Declaración de Buenos Aires

1. Nosotros, los participantes en la Campaña para el establecimiento de una Asamblea Parlamentaria en las Naciones Unidas, reiteramos nuestra apelación conjunta hacia las Naciones Unidas y los gobiernos de sus estados miembro en razón de comenzar un proceso preparatorio hacia una conferencia intergubernamental con el propósito de establecer una Asamblea Parlamentaria en las Naciones Unidas.

2. Sesenta y cinco años después del establecimiento de las Naciones Unidas, en el nombre de "Nosotros, los pueblos", la organización política más universal del mundo se encuentra todavía sin el equipamiento de un cuerpo formal que permita a representantes electos por parte de los ciudadanos del mundo participar de sus deliberaciones y su toma de decisiones

3. En la Cumbre Mundial de las Naciones Unidas del año 2005, los jefes de estado y gobernantes reafirmaron que "la democracia es un valor universal basado en el derecho de la libre voluntad de las personas para determinar sus propios sistemas políticos, económicos, sociales y culturales y su completa participación en todos los aspectos de sus respectivas vidas." Sin embargo, en este mundo interdependiente, ninguna sociedad es capaz de determinar su propio destino independientemente y sin la explícita participación y el aporte de personas expresadas por medio de sus representantes electos.

4. Aquellos quienes serán afectados por una decisión deberían contar con una posibilidad de tomar parte en el asunto. Debido a que las decisiones importantes tomadas a un nivel global actualmente afectan a todos los seres humanos, nosotros reconocemos la necesidad de democratizar la gobernanza mundial. Por lo tanto, confirmamos nuestra determinación de que sea gradualmente implementada la participación y representación democrática de los ciudadanos del mundo en las Naciones Unidas y, siendo apropiado, en sus fondos, programas y agencias de la misma forma como otras organizaciones intergubernamentales.

5. En el mundo multipolar actual, mejorar las fundaciones internacionales de la gobernanza es más importante que nunca. Particularmente, existe una urgente necesidad de ofrecer una red de organizaciones multilaterales, agencias, programas, fondos, y órganos de tratados mucho más coherente, así como de la misma forma hacer que dichas organizaciones sean más adaptables a los ciudadanos del mundo.

6. El sistema de las Naciones Unidas es y debe continuar siendo la institución central núcleo para la cooperación internacional así como un marco de referencia más viable y más efectivo con respecto a la gobernanza internacional. Una Asamblea Parlamentaria en las Naciones Unidas será un componente crítico, y un catalizador para la evolución institucional venidera. Esperamos que una vez establecida una Asamblea Parlamentaria en las Naciones Unidas, podría abogar y facilitar una reforma más comprensiva del actual sistema de instituciones internacionales y de gobernanza mundial.

7. Desafíos globales tales como la mitigación del cambio climático, la no-proliferación nuclear, y la estabilización financiera transcienden los límites nacionales y solo pueden ser abordados correctamente por medio de estructuras de gobernanza transnacional más efectivas. Una Asamblea Parlamentaria en las Naciones Unidas podría ser una respuesta a estos desafíos pudiendo así tener la capacidad de crear estructuras de gobernanza internacional más democráticas, más inclusivas, logrando así obtener un balance entre los países más pequeños y los más grandes.

8. Reiteramos nuestra visión con respecto a que una Asamblea Parlamentaria en las Naciones Unidas puede y debe evolucionar gradualmente. En principio, modificar la Carta de las Naciones Unidas sería innecesario. Existen dos opciones disponibles: Una Asamblea Parlamentaria en la ONU podría establecerse por un voto de la Asamblea General de las Naciones Unidas bajo el Artículo 22 de la Carta de las Naciones Unidas. Alternativamente, podría ser creada basándose en un nuevo tratado intergubernamental. En el largo plazo, la asamblea podría ser transformada a un parlamento mundial legislativo elegido directamente como resultado de una revisión de la Carta de las Naciones Unidas según lo que indica el Artículo 109 de la Carta de las Naciones Unidas.

9. Habiendo considerado diferentes modelos de representación para tal asamblea, nosotros creemos que el principio de proporcionalidad decreciente podría ser tomado con una posible base para la distribución de los escaños.

10. La necesidad de democratizar la gobernanza global es uno de los mayores desafíos políticos de nuestros tiempos. El mismo, pide a los ciudadanos del mundo, y especialmente a los parlamentarios, a los gobiernos, a la comunidad donante internacional, y a la sociedad civil a comprometerse con el cambio democrático global. De este modo, nosotros creemos en que las Naciones Unidas al igual que otras instituciones intergubernamentales de carácter global podrían convertirse en más efectivas, así como a su vez, deliberar mejores resultados hacia la población mundial.

11. Por lo tanto, estamos haciendo un llamado en este momento a todos los gobiernos que adoptan principios democráticos en su interior, y proclaman sus virtudes en el exterior a abogar y apoyar la aplicación de los mismos principios de la democracia, responsabilidad y transparencia en instituciones internacionales y procesos de toma de decisión.

Adoptado el 4 de Octubre del año 2010.